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La modelo de las modelos
Esbelta, alta, armoniosa y con un rostro definitivamente angelical,
Patricia Vásquez Saade tiene en su prematura madurez y en su aguda
inteligencia otros dos bellos atributos a los tempranos 19 años de edad
(1996).
La perfección de las cejas y la mirada honda, profunda y
tierna le deben venir de la raza libanesa que heredó de su madre. Y su
carácter seguro, sin titubeos, decidido, de su padre, un bogotano ex-oficial
de la Armada. En ella hay algo que le compone el
día al más desdichado de los mortales: su risa. Si no fuera porque se ve
plasmada en unos labios tiernos, mostrando una hilera de dientes perfectos y
con un transfondo de música celestial, uno tendría que decir que es una risa
de mentiras. Pero por suerte no lo es.
Patricia está ya al final de los estudios de
bachillerato. Pero desde mucho antes ya había decidido qué iba a ser en el
futuro: administradora de empresas. Y comunicadora social
con especialización en televisión y radio.
De cata manera, Patricia piensa
agarrar por la cola al
mundo, v no darle chance a que se
le cuelen las
improvisaciones. Por otra parte, le gusta
el modela,je. Desde muy ,joven Patricia tuvo hacia
esta actividad un encanto muy particular.Tanto
que cuando apenas
iniciaba su adolescencia, vio en una revista un aviso sobre un curso de
modela,je, investigó,
analizó v se decidió a tomarlo. Pero no con la inmediata idea de salir a
posar. No.
-Este curso era una especie también
de enseñanza para aprender a tratar a la gente, a desarrollar la misma personalidad.
A moverse con desenvoItura. Y desde luego, también
como una forma de mostrar
y vivir la moda.
Su éxito fue rápido. La llamaron para un desfile donde no
sintió miedo «sino expectativa
por lo que iba a suceder». Lo que sucedió
fue que la Ilamaron de la revista mexicana
Semana Moda para varios trabajos fotográficos.
Allí, en Ciudad de México, Ie aparecieron
varias contratos más.
Pero Patricia decidió regresar
a culminar sus estudios «que no los dejaré por
nada».
Le fusta la lectura, sobre todo dramas v temas
filosóficos. No es una radical total v se defiende diciendo que no le
gusta tomar un solo camino. La
gimnasia es su hobby y también le encanta la rumba. Aunque le atrae
más el cine que la música.
Tomado de la Revista
FAMA No. 18, 15 de mayo de 1996

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Patricia Vasquez, a
Mil
¿Cuándo fue la última vez que estuve enamorada?
Esa es una respuesta muy sencilla de contestar y fácil de escribir: todavía
estoy enamorada de Juarroz.
La última vez que hice el amor fue anoche, y fue durante un sueño: soñé
que era la última vez que iba a hacer el amor y rápidamente se convirtió en
la pesadilla más grande del mundo.
No puedo hablar de la última vez que leí un libro, porque ahora mismo
estoy leyendo uno acerca de Alejandro Magno.
Bueno, lo estoy comenzando a leer gracias a que mi mejor amigo lo había
leído. Cada vez que hablábamos me contaba anécdotas que le pasaban a
Alejandro Magno, hasta que de tanto oír hablar de él me dio curiosidad por
saber exactamente quién había sido. En ese sentido, creo que tengo un
problema. No sé si sea un defecto o una virtud, pero cuando oigo los nombres
de los libros que están leyendo las otras personas, así sean desconocidas,
no lo puedo evitar y acudo a ellos. Así me pasó con Seda, de Baricco, que es
una historia de amor lindísima.
la última véz que
lloré.., No puedo decir exactamente cuándo fue,
pero sí puedo hablar de la penúltima que fue hace un
mes. ¿Por qué? Me tocó enfrentar mis
sentimientos ante una realidad: el comienzo definitivo de una nueva etapa en
mi vida.
La última vez que me tomé unos buenos tragos fue el 31
de diciembre pasado, y hasta el momento no lo he
vuelto a hacer. Estaba en Cartagena con un grupo
de amigos y tomé Red bull con vodka. Exquisito. El
vodka es el trago que más me gusta.
¿La últinxa vez que recé....
Rezo todos los días. Rezo para agradecer,
para contar, para transmitir. Lo hago minuto a minuto. Tengo una
comunicación superlinda con el de arriba. Somos superpartners.
La última vez que sentí vergüenza creo que fue cuando tenía
13 años, ó 14, no estoy
muy segura. Fue en una confesión. Recuerdo que fui
a la iglesia a confesarme -desde entonces no lo he hecho- y por algún
error entré al confesionario cuando todavía estaba
una señora hablando con el padre. Yo no me di
cuenta. Había tres filas y supuse que ya era
mi turno. Pero bueno, el caso es que entré y la gente de toda la iglesia
creyó que me había metido para oír le los pecados a esa señora.
Me dio mucha pena. De todos modos, la palabra
`vergüenza siempre ha sido muy fuerte para mí.
La última vez que hice una obra buena fue el 31
de diciembre del 2001. Yo estaba en la Ciudad
Vieja de Cartagena, celebrando la Ilegada
del año nuevo, cuando bajé del edificio donde me encontraba vi a una
familia durmiendo en colchón. Me dio durísimo.
Le dije al amigo que me acompañaba: Mira cómo es la vida,
cómo están celebrando ellos el 31, su 31.
Entonces, sin pensarlo, saqué plata y se la metí
debajo de la almohada sobre la que dormían sin despertarlos, para que al
otro día comenzaran un año
al menos un poco diferente. ¿Por qué las vidas
pueden ser tan diferentes?
La última vez que compré algo de más de un millón de
pesos fue recientemente: un pasaje a España porque me voy a estudiar
actuación este año.
Tomado de la Revista Soho No.26,
febrero de 2002

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Entendí lo que es la actuación
Por Víctor Manuel García
Cuando terminó las grabaciones
de la telenovela Amor a mil, en enero del año pasado, Patricia
Vásquez comenzó a hacer contactos para irse a estudiar actuación en
Madrid, España. Entonces, se reunió con
Margarita Rosa de Francisco para que le hablara sobre su experiencia en la
escuela de arte dramático de Juan Carlos Corazza. Le habló de las
posibilidades de crecer como artista y de evolucionar en cada una de sus
clases. Por eso, sin dudarlo un minuto, llamó a Corazza a España para
contarle sus expectativas como actriz en ciernes. De inmediato, él le envió
por Internet una entrevista que contestó al dedillo, y toda clase de
información sobre actuación.
Le fue bien en la entrevista y sus planes de prepararse
como actriz lograron convencer a Juan Carlos, quien 20
días después la llamó para decirle que su cupo en la escuela estaba listo.
Patricia, de inmediato, empezó a planear su vida en Madrid desde Bogotá.
Gestionó la visa, alquiló un apartamento en Infantas 30,
en el puro centro de la capital española, y viajó sola el año pasado cargada
de ilusiones y ansiosa de conocimientos.
¡VAMOS!, ESPAÑA
El día que llegó a la Península Ibérica estaba
completamente trasnochada por el viaje de más de ocho horas. Durmió un poco
y al día siguiente se presentó a clase llena de expectativas y nerviosismo.
Lo primero que encontró fueron talleres de interpretación. Ella
recuerda que ese día se paró sobre un escenario e improvisó ante un público
desconocido que estaba formado por sus nuevos compañeros. En esa audición,
escuchó a su maestro muy concentrada y luego interiorizó el lugar en el que
se encontraba, se llenó de palabras sentidas y se dejó poseer por un
personaje ajeno a su ser. Se emocionó. Fluyó. Y una vez terminó su audición,
se sumió en un silencio sepulcral. Sus compañeros, que ya venían tomando
clases desde hacía un mes, de inmediato la miraron y le dijeron, con
ese dejo español de zetas y voseos, que los había sorprendido
enormemente en escena, que le habían visto fuerza actoral y, sobre todo, mucha
creatividad para llevar el hilo conductor de la historia.
Nunca, jamás, pudo con la chapa de la puerta del edificio
donde vivía. Sufría enormemente cada vez que veía a lo lejos la entrada a
casa. Por eso le tocaba esperar a que un vecino apareciera y le abriera.
Hasta que le arreglaron la chapa y todo cambió para la modelo y actriz
bogotana de 25 años.
En Madrid, organizó su vida con férrea disciplina. Buscó
un gimnasio y se matriculó en él. Después, encontró una academia de danza
árabe y se inscribió. Y hasta se dedicó en sus ratos libres a recorrer la
ciudad y a disfrutar de sus largas `noches de marcha. El tiempo también le
alcanzó para conocer Mar bella, caminar por París y disfrutar del flamenco
en Sevilla. Las conoció y se untó de vida, de cultura y de magia, para
congelar en su memoria sus paisajes y las nuevas vivencias que iba
experimentando.
EL APRENDIZAJE
Las jornadas fueron transcurriendo entre movimientos corporales,
respiración de yoga y relajación. "Salía de clases con unas ganas tremendas
de hacer cosas increíbles. En España se despertó en mí una gran sensibilidad
como actriz. Ahora siento mucho más que antes a la hora de meterme en algún
personaje".
Es que en Madrid comprendió que, como actriz, hay que
formarse y dar pasos grandes, sin detenerse por ninguna circunstancia. "Comprendí
que lo que había dado en Colombia era tan solo un paso".
Sus clases en las tardes también tenían que ver con
escenas de interpretación, improvisación y libretos. Ella siempre fue guiada
por sus profesores y estuvo atenta a cada
movimiento de sus compañeros, para alimentarse de ellos. "Entendí lo que es
la actuación. Ahora siento que sé cosas que no sabía que existían. Hoy tengo
mis primeras armas como actriz".
Es que Patricia ya tiene claro que lo suyo es la
actuación. "El modelaje y la presentación pasaron a ser cosas secundarias en
mi vida". Para ella, eso ahora son puros accesorios. Su prioridad es ser
actriz.
Los cursos de actuación y teatro acabaron a principios
del verano. Sintió que se había enriquecido como artista y tenía muchas
ganas de jugar con las primeras armas que obtuvo. Regresó a Bogotá y ya se
encontró con el nuevo proyecto del Canal Caracol, y volverá a actuar. "Yo
estoy dispuesta a hacer cualquier tipo de personaje. Quiero hacer de buena,
mala, coja o manca, para demostrarme que nací para esto".
Sobre el amor también habla: "Siempre he estado enamorada
de la vida". Y tiene su propia filosofía: "Lo primero que hay que aprender
es a hacerse feliz uno mismo". Y a pesar de que dice estar sola, sin un amor
que la acompañe y la haga feliz, en España circularon unas fotos en las
cuales ella aparece bastante romántica y cogida de la mano de un joven muy
apuesto.
Sobre su relación pasada con Manolo Cardona asegura que
simplemente fueron y son grandes amigos que comparten momentos de
esparcimiento. Y explica que no le molestaron en absoluto los rumores que se
tejieron alrededor de ellos: "No me disgustó que dijeran que Manolo era mi
novio, sencillamente porque no era verdad. Manolo es un buen amigo". Sobre
su supuesto noviazgo con Lino Martone, también lo desmintió: "Manolo y Lino
son mis grandes amigos, los quiero mucho y jamás fueron mis novios. Por eso
no voy a dejar de estar ni de compartir con ellos. Ni las habladurías ni los
rumores acabarán con la amistad tan linda que tengo con ellos".
Actualmente, Patricia Vásquez sigue creciendo como ser
humano, estudiando y apostándole directo a la actuación. Está llena de
expectativas por su protagónico en la nueva teleserie de Caracol, La
jaula, en la cual hará de sicóloga. Sin duda alguna, arranca el año
como ella quería: con el pie derecho.
Tomado de la Revista
TV y Novelas, No.353, 20 de enero de 2003 
Patricia a Mil
por Lucero Rodríguez
"Al principio fue muy duroduro,
porque llegas a un lugar donde estás solo, por más
que tuve suerte, porque va conocía y me fueron
presentando gente, pero te dices: bueno, a quién llamo. En ese
momento qué haces, pues buscarte a ti, quedarte
pensando mucho rato: qué quiero de la vida, para
dónde voy, es decir, qué estoy lhaciendo aquí,
para qué me vine. Es analizar, qué es lo
interesante que me pasó hoy y de pronto no teines a
quién contarlo...", recuerda Patricia Vásquez
sobre sus primeros días en España, hace ya casi
tres años.
Ahora, nuevamente
en el país, donde tiene a su papá y a sus amigos,
en medio del acelere de Bogotá, lejos del desparpajo
de Ibiza, donde tenía su apartamento para visitar los fines de semana, donde
dejó al novio, tiene por lo menos a quién contarle
sus experiencia., aun que sea a mil.
Después de modelar, desde los
quince años, de trabajar en campañas publicitarias un año en México, de
pasar por la conducción de Pido la Parola v Locos
videos, de protagonizar Amor
a Mil, de ir a Madrid y estudiar
actuación, volver a Colombia, protagonizar La Jaula,
devolverse a España, estudiar más y nuevamente estar aquí grabando
telenovela, Patricia habla sobre qué quiere en la
vida, para dónde va, qué está haciendo aquí, si se devuelve qué hará allá o
qué quiere hacer y, sobre todo, qué fue lo más interesante que le pasó hoy.
Para contestar el milenario cuestionamiento humano: "¿hacia
dónde voy?", Patricia tiene muchas respuestas, todas con una intención
trascendental, donde se percibe que lo espiritual también forma parte de su
búsqueda y desarrollos personal y profesional. Y no es para esperar menos de
quien además de ser una niña linda, una evidente buena vida, es hija de doña
María José, una respetada conocedora del tema de feng-shui en el país.
Patricia, por lo tanto, cree muchísimo en las energías, en los espacios, en
la importancia de cuidarse por dentro y ser feliz. Practica yoga y pilates e
incluso en sus tiempos libres quiso ser instructora de este último, para lo
que también estudió y camelló un rato.
NERLINDA ME APASIONA
Lo del modelaje lo ha dejado aunque eventualmente hace
cosas, pero tampoco es a lo que está dedicada, ciento por ciento, en este
momento. Quería regresar a Colombia pero cuando encontrara lo que estaba
buscando, y vaya que lo encontró. Su pasión por ahora se llama: Herlinda. La
razón por la que sale a trabajar cada mañana `armónica y feliz. Herlinda es
la hermana de Iván, en La saga, negocío de familia,
un personaje que los colombianos amarán y odiarán. Una mujer medio
loquita a la que le ha tocado vivir su vida de tal manera, que se acostumbró
a hacerla conforme a sus propias reglas.
Hoy son bastantes cosas interesantes las que le pasan a
Patricia, muchas de ellas tienen que ver con su personaje, sobre el cual
prefiere no detallar para no adelantarse. "Hasta el caminar de Herlinda es
interesante".
Por ahora lo que quiere es "estar aquí, trabajar el proyecto
de Herlinda y terminarlo muy bien, gozármela, darme cuenta de los errores,
aprender y seguir adelante".
Aunque no sabe todavía cuándo regresará a España a mantener
la posibilidad de volver por la puerta que fue a abrir. Allá, entre otras
cosas, estuvo como una de los tres presentadores de Corazón Voluntario,
el evento especial que transmite la televisión española, a final de año,
esta vez en un estadio ante quince mil personas y durante cuatro horas en
directo.
"Estudiar cada día más, ser buena actriz, pasármela rico,
vivir la vida al máximo, no preocuparme de nada, vivir cada momento como si
fuera el único y ya veremos qué pasa, poco a poco la vida misma me va
mostrando pa dónde tengo que coger y qué tengo que hacer, si estoy
concentrada en lo que quiero. Y hoy lo que quiero es trabajar en lo que me
gusta y en lo que me mueve cada día para ser mejor". Es, por ahora, lo que
Patricia -según sus propias palabras- piensa hacer.
Tomado de la Revista
Carrusel No.1321, 27 de mayo de 2005

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Patricia Vásquez
tiene el toque del éxito
Este ha
sido el año de la joven actriz, a la que le llegaron un par de
propuestas que le cambiaron la vida, justo cuando empezaba a ser la mala más
rnala en su papel de antagonista en Nadie es eterno en el mundo.
Por una parte, Patricia empezó a cosechar los frutos de sus
viajes a España, a donde llegó hace cuatro años para especializarse en arte
dramático y tocar puertas en busca de una gran oportunidad. Hizo las cosas
como correspondía: estudió con disciplina y se puso en manos de una agencia
de promoción de actores, hasta que en julio pasado Antena 3 la citó para un
casting y se ganó uno de los protagónicos de la serie
Enferrneras, una de las más exitosas del momento. Esto ocurrió
cuando apenas llevaba tres meses de grabación con Caracol y, como suele
suceder en estos casos, los españoles la necesitaban con disponibilidad
inrnediata. "Me ofrecieron, incluso, pagarle a Caracol la multa que se me
impondría si yo incumplía mi contrato. Pero, la verdad, después de hablar
con ellos y de entender que mi papel era imprescindible en la novela. decidí
rechazar la propuesta porque, ante todo, Caracol es mi casa y a ellos les
debo la primera oportunidad en mi carrera como
actriz".
Pero como en ocasiones el destino es terco y caprichoso, al
mes siguiente de haber declinado en España la
llamaron de México, esta vez de TV Azteca,
para plantearle algo mejor: ser artista exclusiva de este monstruo
televisivo. "Querían que viajara de inmediato para
protagonizar una
telenovela que empezaban a grabar en septiembre y
me dijeron que tenían el papel escrito para mí". Y como ella siempre busca
dejar las puertas abiertas, les explicó que su contrato con Caracol iba
hasta noviembre y les propuso negociar para el
próximo año en otros provectos.
Los mexicanos, en cabeza de Sergio Segura, mánager de nuevos
proyectos de TV Azteca, le enviaron tiquetes para que viajara al D.E a
entrevistarse con el director general de estudios del canal. En esa reunión
ella conoció el funcionamiento de la empresa y los proyectos que tienen a
corto plazo. A su regreso quedó oficializado que volverá en enero a tomar
cursos de dicción y dominio del acento local y que luego
empezará a grabar una telenovela que se emitirá en horario estelar.
Las condiciones económicas, de permanencia en México y de
funciones específicas de Patricia, están siendo definidas por estos días
entre su mánager y TV Azteca, y se
espera que la firma del contrato se efectúe a principios de octubre. "
Quisiera quedarme un año allá y tener también la
libertad suficiente para tocar puertas en otras áreas, no sólo en el campo
de las telenovelas". De hecho, Patricia anhela cumplir el sueño de
incursionar en el cine y dice que México puede ser una buena plaza
para sus aspiraciones.
Quienes han seguido su carrera aseguran que de la niña
ingenua que protagonizó Amor a mil
hace más de seis años ya queda muy poco. Y aunque Patncia no contemplaba la
idea de ser actnz sino periodista, y aspiraba a
tener un programa de entrevistas en televisión,
confirma que a su faceta de actriz también le ha inyectado esa disciplina
que es parte de su personalidad. Apenas vio que tenía un futuro en esa
carrera se dedicó a estudiar. La prueba, para muchos, estuvo en la
interpretación que hizo de Herlinda en La Saga, negocio de
familia, porque dicen que allí fue
donde realmente empezó en serio su vida artística.
Claro que desde sus inicios, la joven bogotana tiene una entrenadora
personal que le ayuda a
perfeccionar sus personajes y a moldearlos como
exigen los libretos, eso muy pocos actores lo
hacen.
Esa misma fuerza y dedicación por lo
laboral la llevaron también a ponerle fecha y hora a sus sesiones de
fotografía, que había dejado aplazadas debido a su
trabajo. "Tomar fotos es para mí un hobby, una pasión. Cada vez que
agarro mi cámara es como una terapia que me ayuda a relajarme y a divertirme
porque juego con la imagen y hago experimentos técnicos para ver qué resulta".
A sus escasos 26 años, a Patricia la vida le ha dado tantas
vueltas que ha tenido que arreglárselas para enamorarse y mantener
relaciones duraderas y estables, como le gustan. Es de las que busca estar
en donde está la felicidad y como no tiene prisa,
espera que la vida le muestre a las personas que deben permanecer a su lado.
Como ahora, que ha redescubierto el amor con Sammy Bessudo, después de
terminar una relación de cuatro años con un español al que se entregó en
cuerpo y alma. "Sammy y yo nos conocemos hace un año, pero antes de estar
con él quería limpiarme de lo anterior para
empezar de nuevo. El me mostró que el amor está lleno de colores, de
sabores, y que también es tranquilidad y cosas tan sencillas como subir a
una montaña o mirar unas orquídeas".
Y mientras empaca maletas para viajar a su nuevo destino,
Vásquez se esfuerza por cumplir las metas que se trazó al asumir su
personaje en Nadie es eterno en el mundo. "Me voy, pero quiero
volver a Colombia porque me gusta trabajar aquí, creo en
lo que se hace en este país y me siento bien con sus producciones
y su calidad técnica". .
Tomado de la Revista Jet-Set,
Edicion No. 131, 26 de septiembre de 2007

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