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Manuel Hernández pintor |
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CRITICA "Hernández ha mantenido en nuestro medio un interés explicito en la investigación formal. Ha seguido, prácticamente solo entre nosotros, el argumento de una pintura que sea suficiente por si misma para expresar la emotividad y la sensibilidad humanas. Y por lo tanto, la presencia permanente y digna de su obra, ha sido un saludable contrapeso para la ingenua exuberancia temática de la mayor parte de nuestra producción pictórica. Su obra, desde esta perspectiva, es una pieza importante en el complicado engranaje de nuestro apresurado desenvolvimiento artístico. Pieza sin la cual hubiera sido talvez otro, el desarrollo dialéctico del argumento creativo en el país." Eduardo
Serrano, Catalogo, Museo de Arte Moderno, 1974.
"Con la exposición
actual en el Museo de Arte Moderno, Manuel Hernández recibe el más alto
reconocimiento en su tierra, a una labor persistente de creador plástico.
Recoge la muestra el tesonero esfuerzo del artista en diez años -1964,
1974 - de incomprendida tarea que le bastó y estimuló por si misma en el
propósito investigativo. Porque Hernández hizo un quiebre increíble en
su carrera, que solo explica una convicción firme y una fe inquebrantable
en el logro de una meta largamente ansiada. Desde el regreso de Chile
donde se especializó luego de su regreso de la Escuela de Bellas Artes de
Universidad Nacional, encontró un camino de halagueñas perspectivas
económicas que empezó a recorrer con entusiasmo, a base de óleos,
costumbristas, de temas vernáculos, en técnica a base de juegos
geométricos y colores fuertes contrastados. Elementos que depurados,
jugaron después importante papel en su proceso evolutivo. Hubiera podido
hacer Hernández jugosa cosecha económica por esa tentadora vía, pero
prefirió ser él mismo y afrontar todas las consecuencias de su
actitud."
Jorge
Moreno Clavijo, El Tiempo, Diciembre de 1.974.
"A partir de 1970 las
formas comenzaron a ubicarse más libremente sobre las superficies de los
cuadros, rompiendo la disposición un si es no es regular, de los
acrílicos anteriores en los que un rectángulo o un cuadrado servía
generalmente de soporte a los otros elementos formales de la composición.
Actualmente sobre fondos negros o muy oscuros, abundan los colores en las
formas -casi exclusivamente cintas y nubes- luz. Con gran dominio técnico
y con enorme control de su vocabulario formal, la pintura de Manuel
Hernández avanza ahora plena de variaciones. En grandes o pequeñas
dimensiones resultan lógicas y con una clara necesidad interior."
Germán
Rubiano Caballero, Salvat, Historia del Arte Colombiano, 1975.
"Objetivo y directo en
sus grafismos que podrían parecer a simple vista demasiado repetidos,
logra sin embargo, con euforia triunfalista, imponerlos ante un público
que atestigua su larga tarea de diez y más años en progresión
vivencial. El efecto puede ser, y es de hecho diferente en cada
espectador. Para unos no pasa de divertimiento que en esencia no quieren
decir nada en especial; para otros, amigos de enlazar la sugestión con la
realidad, pueden ser ventanas que ilumina en la noche un potente reflector
del vehículo que pasa por la carretera. En esas ventanas de la casa
tirada a la orilla del camino se pueden ver de pronto, entre dos
pestañadas, a través de los imaginarios cristales, seres de pesadilla
extraños visitantes procedentes de otros planetas."
Jorge
Moreno Clavijo, Lecturas Dominicales, Septiembre 28 de 1975.
"Manuel Hernández
estuvo, y está en el arte abstracto, por convicción no por una moda, y
esta es una de las razones, por las cuales todavía esta indagando,
investigando en ese estilo. La seriedad de su obra lo ha colocado en uno
de los principales renglones de nuestra plástica y muchas veces es
catalogado como pintor para pintores."
Mario
Escobar Ortiz, La Patria de Manizales -1976
"La obra de Manuel
Hernández certifica la moralidad desde el punto de vista individual; es
una obra que ante todo proyecta particularidad. Y Hernández logra
exactamente lo que se propone sin necesidad de contraprestaciones
extrapictóricas, y sin acudir a justificaciones y teorías cuya
comprobación dependa de palabras. Su pintura ha sido el testimonio más
constante en nuestro medio de que el arte es un continuo desarrollo, que
se nutre de si mismo y no de metáforas o arengas literarias. La dignidad
de su trabajo carece de retórica, y en tal sentido, muy poco en la
pintura colombiana se compara con su logro."
Eduardo
Serrano, El Espectador, Noviembre de 1977.
"Si tomamos la palabra
"abstracto" dentro del léxico puramente geométrico y frío, no
soy abstracto. Porque en mi pintura pretendo entregar una emotividad, una
búsqueda de sensibilidad a través de las formas, del color, de los
apoyos, de la posición de los elementos que son muy frecuentes en la
figuración. Pero que yo la ubico dentro de un plan abstracto, no por el
deseo de clarificarla sino porque no pretendo seguir como meta inicial la
propuesta figurativa."
Entrevista
por: Alvaro Herazo, Gullian Moss, Delfina Bernal, El Caribe, Barranquilla,
1.977.
"Los nuevos horizontes
del arte latinoamericano tienden progresivamente a destacar grandes
valores dentro de conceptos cada vez más amplios. Manuel Hernández
notable pintor colombiano cuya obra adquiere la fuerza de la madurez es un
gran exponente de este arte que ha dejado de lado los efectismos y los
recursos altisonantes, por una autenticidad de consecuencia con su
compromiso de contemporaneidad. Un arte ciertamente identificable con el
continente pero no por su temática o por obvias referencias, sino por su
vinculación a un poderoso movimiento de Renovación creadora que esta
respondiendo a una realidad histórica: América tiene la necesidad de
construir su destino, la necesidad de establecer alternativas creadoras y
culturales."
Roberto
Guevara, El Nacional, Caracas, Venezuela, Diciembre de 1977.
"Venezuela ha sido
prolífica en adulteraciones. No se si también Colombia. Pero es
reconfortante que sea de este país de donde nos llega, a través de la
obra de Manuel Hernández, una rendija de luz despejada y fresca, para
iluminar el campo de la pintura abstracta. En el caso de Hernández la
codificación de formas visuales que se hacen constantes, se transforman y
permutan de una obra a otra, indica el camino de una espiritualidad muy
recóndita, que ahonda en las relaciones de signo y espacio y en las
tensiones emergentes en las cuales se plasma una comprensión nostálgica
pero agónica -como debía ser del mundo contemporáneo con las que nos
sentimos inmediatamente solidarios."
Juan
Calzadilla, El Universal, Caracas, Venezuela, Diciembre de 1977
"En la pintura de
Manuel Hernández, encontramos un lenguaje plástico conseguido a través
de su expresiva forma, la cual es entregada con expresa economía de
elementos formales y coloristas, a fin de lograr un mayor resultado
dramático. Sus imágenes se resuelven en una dinámica de espacio, signos
y colores con expresividad total y variedad de ritmos que superan las
imágenes del cuadro."
Eugenio
Barney, Panorama Artístico Colombiano, Bogotá, 1977
"Manuel Hernández,
permanece, persevera en el mundo suyo, sin conceder más que a si mismo
dentro de esa tarea que es organizar las formas para darle significado, y
trabaja para resolver un compromiso absolutamente suyo."
Antonio
Montaña, El Tiempo, Mayo de 1977
"para Hernández el
artista es un largo trabajo, la experiencia de los maestros señalan que
al fin de cada carrera es cuando se esta empezando. Considera la
inspiración como un término romántico."
Entrevista
por Mara Cormelati, El Nacional, Caracas, Venezuela, Diciembre de 1977
"La obra de Hernández
representa en la pintura del país un caso singular: el de una geometría
sensible. Una geometría que admite la mediación instintiva, de un modo
que logra superar la vacía impersonalidad de la abstracción y su peligro
de esclerosis, llevándola a un ambiente cargado de expresión propia.
Constante en su nivel de calidad y con una producción restringida, de muy
pocas obras por año, cada una de ellas dice algo distinto, y todas
confirman la coherencia de un lenguaje contenido sereno, pero que muestra
con todo, una tensión entre dramatismo y lirismo. "
Mario
Rivero, Nueva Frontera, 1977.
"El critico de The
Washington Post, Judy Allander, observaba que Manuel Hernández era el
primer pintor en Colombia que no se parecía a Obregón. Estaba en lo
cierto, este mismo Hernández que evolucionó en su pintura con mucha
seguridad y coherencia, es él hoy el único pintor abstracto digno de
interés, y me parece está en el camino de la construcción o mejor, en
este momento su obra es una especie de puente entre el informalismo de
otra era y la corriente constructivista."
Federico Moraes, Revista abril-junio de 1978, Medellín, (Crítico de arte, Brazil). "Manuel Hernández no
está de acuerdo con quienes opinan que el abstracto es un arte frío
siempre que este respaldado por el proceso de una búsqueda
intensa."
Entrevista
por Gloria Valencia Diago, El Tiempo, Febrero de 1979.
"Ahora se presenta el
pintor Manuel Hernández en la Galería Garcés Velásquez con una muestra
que puede catalogarse como la culminación de su carrera dentro del genero
de la abstracción. Pocos artistas dentro de la plástica y pocos también
han sido tan leales a sus puntos de vista a través de las dificultades.
Por eso fue para él tan satisfactorio el arribo al plano de los
triunfos."
Jorge
Moreno Clavijo, El Tiempo, Marzo de 1.979.
"En lo que va corrido
del presente año, la exposición presentada en Bogotá por Manuel
Hernández es sin duda lo más interesante dentro de la actividad
plástica nacional. Hernández de reconocida trayectoria posee una obra
muy personal con una profunda definición. Hace un serio planteamiento
pictórico, que permite expresar nuevas posibilidades y liberarse de
esquemas preconcebidos, conciente del ámbito cultural latinoamericano en
el gue se desenvuelve."
Lília
Gallo de Bravo, El Tiempo, Mayo de 1979.
"Aunque a simple vista
parezca paradójico, la pintura de Hernández resulta esencialmente
Latinoamericana, parte de lo internacional en lo que respecta a la
calidad, para llegar a lo Latinoamericano en la vibración del color y a
la emotividad que despierta." Gloria
Valencia de Acosta, El Tiempo, 1979.
"La pintura que nos
esta mostrando Manuel Hernández , es sedante para el alma, nada de
truculencias ni extremismos, su pulcro estilo se aprecia en las dos
secciones que tiene la exposición, la una de grandes acrílicos, la otra
para mi gusto más exquisita, de pequeños oleos donde se muestra un gran
atractivo especial de los tonos azules."
Luis Fernando Gutiérrez, La Republica, 1979. "Tal vez también
Manuel Hernández, simple, descomplicado y sutil como a primera vista son
sus obras, pero en el fondo todo es inquietud y secretos. Porque para el
artista el misterio inescrutable pareciera ser su motivo de vivir y el
origen de toda esa violenta inspiración que ha hecho de su obra una de
las mas consolidadas y vigorosas del arte colombiano. Curioso esto en un hombre que aparece detrás de la puerta,
delgado, tal vez tímido, poco agresivo, sin ese gran aspaviento del
artista que quiere explicar su obra, pero si con todo el trasfondo
necesario para armar y sostener la suya. Hernández es constante, admite
cualquier opinión sobre su obra pero mantiene la suya; podemos dar muchas
vueltas alrededor de ella pero allá detrás está él, impasible y muy
preciso en sus palabras. Por eso cada cuadro de Hernández esta regido por un orden interno que no es obvio, que permite que la obra esté ahí pero que no se sienta hecha y premeditada. No es el constructivismo frío y preciso de muchas obras abstractas, sino más bien un constructivismo emocional de un hombre que pinta y que cuando lo hace se ve cómo el pincel pasó, rayó, se curvó y luego se levantó. Es la obra humana." Oscar Gómez Palacio, Revista Cromos, 1.979. "Tal vez también
Manuel Hernández, simple, descomplicado y sutil como a primera vista
son sus obras, pero en el fondo todo es inquietud y secretos. Porque
para el artista el misterio inescrutable pareciera ser su motivo de
vivir y el origen de toda esa violenta inspiración que ha hecho de su
obra una de las mas consolidadas y vigorosas del arte colombiano. Curioso esto en un hombre que aparece detrás de la puerta,
delgado, tal vez tímido, poco agresivo, sin ese gran aspaviento del
artista que quiere explicar su obra, pero si con todo el trasfondo
necesario para armar y sostener la suya. Hernández es constante, admite
cualquier opinión sobre su obra pero mantiene la suya; podemos dar
muchas vueltas alrededor de ella pero allá detrás está él, impasible
y muy preciso en sus palabras. Por eso cada cuadro de Hernández esta regido por un orden interno que no es obvio, que permite que la obra esté ahí pero que no se sienta hecha y premeditada. No es el constructivismo frío y preciso de muchas obras abstractas, sino más bien un constructivismo emocional de un hombre que pinta y que cuando lo hace se ve cómo el pincel pasó, rayó, se curvó y luego se levantó. Es la obra humana." Oscar Gómez Palacio, Revista Cromos, 1.979.
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